La Educación Superior es sin duda uno de los espacios educativos formales más zarandeados por la llegada de las nuevas tecnologías. La revolución de los MOOCs no hace sino actualizar distintas cuestiones relacionadas con que debería ser y que debería ofrecer la Universidad.
Además de las TIC o los MOOC hay quien señala como elemento disruptor en la Educación Superior el llamado Competency-Based Learning, o Aprendizaje basado en competencias.
La Educación basada en competencias no certifica un número horas ni créditos, como hacen nuestros sistemas, el estudiante es acreditado en base a la demostración de los conocimientos y habilidades necesarias para alcanzar una determinada competencia.
Este modelo permite a los estudiantes estudiar a su propio ritmo así como construir a partir de sus conocimientos y experiencias previas para a menudo adelantar sobre el programa previsto.
Sin embargo, como dice Tony Bates, el gran desafío es alinear el aprendizaje basado en competencias con los sistema de certificación por créditos, es decir, por horas.