Una de las palabras de moda en educación es, sin lugar a dudas, «diseño» (o su traducción en inglés, design).
El pasado lunes Mikel Agirregabiria publicó en su blog una entrada titulada «Design for change» con una propuesta educativa cercana a los postulados del aprendizaje-servicio. En una entrada reciente en su blog De estranjis nuestro compañero Fernando Trujillo incluía nuestra propuesta de Design Thinking para equipos directivos entre sus actividades creativas en educación. Y en lengua inglesa, por ejemplo, Ian Quillen publicaba a finales de abril una interesante entrada en el fantástico blog Mind/Shift: How we will learn titulada A Design Challenge to Students: Solve a Real-World Problem!, un post en la línea del problem-based learning.
¿Qué hay detrás de este trending topic?
Entre otras cuestiones, la aplicación del conocimiento a la resolución de problemas de la vida de los estudiantes promueve el desarrollo de las competencias básicas y la implicación activa del alumnado por medio de una secuencia de trabajo conocida y claramente establecida: inspiración, ideación, prototipado, implementación y evaluación. Además, esta secuencia permite incorporar con cierta facilidad cuestiones como el uso de las TIC o promover una socialización rica del alumnado en contacto con la realidad.
Así pues, el diseño, como también propuestas como el aprendizaje basado en proyectos, problemas o retos, el aprendizaje-servicio u otras tendencias de resolución de problemas de la vida cotidiana, nos permite pensar en una educación más centrada en la realidad de nuestros estudiantes y en el desarrollo de sus competencias claves para la vida. ¡En educación también hay alternativas!
Imagen: Social is better